miércoles, 31 de octubre de 2007

morphine



Una verdadera joya del rock de los noventa, Morphine no sólo pasará a la historia por su inconfundible fórmula de bajo-batería-saxo, sino que principalmente por la gracia y estilo que le infundieron a cada uno de sus registros. Esta sofisticada propuesta, que los consagró como uno de los números más reconocibles de la escena indie de las últimas décadas, debía gran parte de su éxito al bajista Mark Sandman, quien además de ser el motor creativo del conjunto, poseía una privilegiada voz que siempre sonaba perfecta junto a los excitantes solos de saxo de Dana Colley. El 13 de julio de 1999, mientras ofrecía un concierto en Roma, Sandman murió de un ataque al corazón. Justo allí, arriba del escenario, se despedía uno de los grandes compositores de nuestro tiempo. Una leyenda que será recordada toda esta semana en el Salón de la Fama de Radio Valentín Letelier.

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